El 26 de Abril de 1957, los cerezos en flor perfumaban el ambiente en Tokio. Una lluvia fina mojaba las calles y la poca neblina jugaba entre los ramajes de los verdes y frondosos parques de la ciudad.
A las 8 horas y 45 minutos un pequeño estertor casi imperceptible firma el final de una vida extraordinaria, incomparable del “guía del karate”, ha muerto el Maestro Gichin Funakoshi.
Corría el mes de junio de 1957 dos meses después de la muerte del Maestro, cuando en el Metropolitan de Tokio centro deportivo, el Maestro Nakayama organiza el denominado “Campeonato de karate para todo Japón”, sería el primer campeonato del Mundo, no oficial.
El éxito del Maestro como organizador y promotor del torneo fue completo.
Fue en el año 1964 cuando las diferentes escuelas de karate se integraron en la FAJKO, “Federation of All Japan Karate-Do Organisation” el objetivo de esta organización sería establecer un sistema de grados y crear normativas y sistemas de competición, tanto en kumite como katas, difícil tarea que tendría resultados sorpresivos en el futuro del karate.
Japón sufrió durante la guerra una terrible devastación de todo o casi todo su tejido industrial, ciudades quemadas, edificios y fabricas destruidas por esas demoniacas bombas de Napal, poblaciones devastadas especialmente su joven población, hambre y miseria por doquier y como regalo final a la humanidad gimiente, dos millones de muertos.
Desde el final de la guerra el 26 de julio de 1945 hasta noviembre de 1968 han pasado 23 años y el Japón hace su puesta de largo ante el mundo occidental y oriental, son sus juegos Olímpicos. Todos los países más representativos de los cinco continentes están presentes, y todos acuden la llamada del ideal olímpico, la hermandad entre los hombres.
Durante los juegos se efectuaron diferentes reuniones entre los siguientes países: Europa, América del norte, América del Sur y Japón. Sus representantes deciden que el primer campeonato del Mundo de karate será en Japón en el año 1970.
Dos años después en 1972 el segundo, seria en París, el 21 y 22 de Abril en esa preciosa ciudad que es la ciudad de la luz, París. Los japoneses presentaron un equipo de elite formado por nombres muy importantes entonces y después de esta época: Y. Tabata T. Oishi, Y. Osaka, N.Iida, Y. Tanaka, todos ellos miembros de la JKA, este equipo de cinco estrellas fue derrotado por el equipo Ingles que dirigía el Maestro Enoeda con mano de hierro, sus componentes fueron: S. Knighton, G. Haslen, H. Adan y W. Higgins. El equipo Nipón no considero el potencial de los equipos punteros de Europa y pago caro su desconsideración, encajo mal su derrota por equipos y en la competición individual se retiraron argumentando un arbitraje adverso, quizá pensaron que mejor retirarse que sufrir la vergüenza de una derrota inexplicable para Japón.
Desde Tokio los comentarios y criticas no se hicieron esperar el Maestro Mas Oyama no reconocía el equipo Japonés como representativo, y decía que: “Este equipo representa exclusivamente a la FAJKO, no a todo el karate Japonés”
Y prosigue diciendo: “El campeonato del mundo celebrado en París, fue organizado por gente que consideran el karate como un juego, un teatro, lejos están de la verdad. Mi organización rechaza este género de manifestación, hoy y en el futuro.”
En esta ocasión Francia gano el campeonato por equipos y en individual el Sr. Watanabe un Brasileño-Japonés se proclamo campeón del Mundo.
No fue casualidad que el equipo Francés de karate conquistara el campeonato del Mundo del 72, sus integrantes eran: F. Petidemange, A. Setrouk, G. Sauvin, D. Valera y G. Gruss, este equipo muy aguerrido y bajo la mirada atenta del Maestro Kase, tenia Plumas de gallo vencedor, conocían bien al equipo Japonés y a sus oponentes directos los alumnos del Maestro Enoeda. Demostraron su carácter de campeones imponiéndose en la final a los Ingleses.
Para el Maestro Kase este campeonato traería consecuencias inesperadas.
Al frente de la UEK “Unión Europea de Karate“ y de la UFK “Unión Francesa de Karate“ así como de la WUKO, estaba el hombre de los tres cargos, el político más influyente del karate Mundial, el Sr. Jacques Delcourt, alumno del famoso Budoka Francés Sr.E. Plee, y del Maestro Oshiba. El Sr. Delcourt dirigía el karate Francés desde el año 1961.
El Sr. Delcourt se oponía contundentemente a las federaciones de estilos, todo el karate debía estar bajo el paraguas Federativo sin excepciones, mantenía que, no quería que nadie “Separara las partes para reinar” decía también que su política era “reagrupar, no apretar para asfixiar”. En este contexto político vivía en París el Maestro Taiji Kase, el representaba una de las asociaciones más poderosas del Mundo, la JKA, su cargo para Europa fue de Delegado, con ello surgía una incompatibilidad respecto a la idea política del jefe de todo, el Sr. Delcourt. El Maestro Kase vivía en una dicotomía, ser fiel a sus orígenes y difundir la línea de la Asociación Japonesa o adaptarse al dictado político del poderoso, Sr.Delcourt. El Sr. Delcourt proseguía su discurso diciendo: “las Federaciones representan el esquema básico de la WUKO, son todos actores. Los Japoneses comienzan a comprender la necesidad de una verdadera práctica de la democracia, pero tenemos también nosotros que comprenderles. Son insulares no tienen el mismo sentimiento en este básico ejercicio político.” Saco esta referencia del libro de Dominique Vicent (karate Story).
El Maestro Kase fue postergado, no le renovaron su permiso de trabajo en Francia y se hizo el silencio alrededor de su persona, su adversario político era muy poderoso y su influencia se hizo sentir en la vida del ilustre Maestro.
Durante largos años de su vida fue como el Judío errante del karate, pero nosotros en España y dentro de una organización democrática y libre le dimos el calor y el cariño que se le negó, él nos catapulto hacia el karate Europeo de élite, mientras Francia bajaba técnicamente y pago cara su felonía, años después lo rehabilitaron y pidieron su colaboración técnica pero eso lo contaremos en otra ocasión.
Después de este convulso campeonato nacen dos importantes organizaciones que dirigirán el karate en el Mundo durante tres décadas, fueron la WUKO “World Union Karate Organisation” y la IAKF “Internacional Amateur Karate Federation”, esta última con sede en USA.
El espíritu altamente comercial de la JKA, “Japan Karate Asociacion” creada en su día con la colaboración de los Maestros Obata, Nakayama, y siendo Presidente K. Saigo y Presidente de Honor el Maestro G. Funakoshi , sobre el año 1949, pierden el vinculo que tenían de herederos de la línea del Maestro Funakoshi, dado que la Asociación se torna rabiosamente materialista, y ello hace que sus herederos naturales se separen de tronco de la JKA, siendo estos los Dojos de KEIO, WASEDA, TAKUDAI, HITOSABASI y HOSEI. Todos ellos Dojos Universitarios.
Y los años pasan, el tercer campeonato del mundo se está fraguando y serian los Estados Unidos de América quienes los organizarían. Llego el año 1975 y California fue el marco de los segundos campeonatos del Mundo Oficiales de karate, en Long Beach “Estadio Arenas”. Estos campeonatos no estuvieron bien organizados ni bien publicitados, fueron un fracaso de público, el karate tradicional no interesaba en América del Norte, el Boxeo y el Full-Contact llenan los estadios, el Karate no. El equipo campeón fue Inglaterra y el campeón individual Murakami que venció a su Kohai el Sr.Hamaguchi.
Y saltando de campeonato del Mundo en campeonato del Mundo, dejando pasar los años hemos recorrido desde 1957 a 1975 continuando con la propagación del karate por todo el Mundo. Los países Europeos liderados por Francia, Inglaterra, Bélgica y la emergente Alemania copan los campeonatos de Europa, tanto España como Italia piden paso en el contexto de nuestro continente, no olvidemos que Europa ya tiene dos campeonatos del Mundo, Francia y Inglaterra, descartando a los japoneses del primer lugar del pódium.
Así pues llegamos raudos por que el tiempo es inexorable, al que fue uno de los Campeonatos del Mundo más interesante y con mayor asistencia, el 4º Campeonato del Mundo en Brême Alemania año l980 donde lo más granado del karate mundial, a diferencia de los Estados Unidos, en Alemania el pabellón estaba hasta la bandera, todos y cada día del magno evento. Los equipos de cada país habían preparado a conciencia a sus hombres, trabajando muy duramente para mostrar su mejor nivel tanto técnico como competitivo. Todos estaban allí Enoeda Sensei, Nishiyama Sensei, Nakayama Sensei, todos. El que nos falto fue Sensei Kase que después del torneo de París ya no tenía por costumbre asistir a los Campeonatos. Destacaríamos de este evento algunas manifestaciones que resumimos con brevedad, la envergadura y mentalidad marcial del equipo Germano dirigido por Sensei Ochi, la técnica limpia y contundente en los katas del equipo Belga dirigidos por Sensei Miyazaki, la escuadra Italiana con ese espíritu latino lleno de imaginación que también capitaneaba Sensei Shirai. Destacar la valentía y coraje del equipo Argentino, todos y cada uno de ellos querían vencer y convencer en esta épica contienda que íbamos a vivir en Alemania.
Los japoneses con la lección muy bien aprendida y su honor dos veces mal tratado por Franceses e Ingleses, presentaban un equipo de gala con alguna que otra novedad, Yahara entre ellos y un equipo femenino de altísimo nivel.
Nakayama Sensei presidió el torneo teniendo siempre como escudero al Maestro Nishiyama, presidente de la IAKF, posteriormente ITKF. La organización de los Alemanes fue impecable, germánica en todos los detalles: seguridad, traslados, atenciones personales, cuidados médicos, todos y cada uno en su lugar de servicio, todo ello se confabuló para que el nivel técnico-competitivo de este 4º Mundial fuera considerado por la crítica especializada como el mejor de todos los organizados en el corto historial mundialista del karate tradicional.
Ganaron los japoneses en kumite por equipos y también en katas mostraron que también marcaban la pauta, OSAKA, YAHARA, fueron las estrellas del Olimpo de Brêmen y brillaron con luz propia.
El equipo Español participó con humildad dada su poca experiencia internacional, pero cruzamos espadas con todos y cada uno que nos tocó. Ya podíamos decir que estábamos junto a los grandes del karate internacional. Quiero recordar que en esta expedición nos acompañaron los que hoy día son reconocidos Maestros Nacionales D. Juan Manuel Fernández, de la Comunidad Valenciana, D. Félix Saenz y D. Manuel González, ambos de la C.Vasca, también el autor de este artículo.
Fuimos y representamos a nuestro país, nació con ello la que sería años después grande y respetada “La Asociación Española de Karate Amateur”. Respetadas por sus competidores y sus múltiples logros internacionales.
Pero eso será otra historia que contaremos con otro título que quizá pueda llamarse “El karate al final del siglo XX”.
José Baeza López
Federación de la Comunidad Valenciana.